miércoles, 1 de octubre de 2008

Primeros 2 párrafos del cuento

Eran las 3 de la tarde del 6 de mayo del año 2002, frente a las hermosas playas de San Andrés estaban Sofía y Samuel celebrando sus tres años de novios, la brisa refrescante y tranquila golpeaba las mejillas de Sofía y hacia revolotear su hermoso pelo que olía a frutas frescas, ahí estaba Samuel viéndola como si fuera la primera vez, con ojos de enamorado, creyendo que aquel lugar era solo para los dos. Para Sofía y para Samuel este momento era único, habían pasado ya tres años y el amor que sentía el uno por el otro cada día se hacía más grande, tanto que llegaron a pensar que la vida del uno dependía del otro.
Al regresar del viaje tanto Sofía como Samuel se sintieron diferentes, sintieron que el viaje los había unido más, este les hizo entender que el amor de los dos era tan fuerte, tan maravilloso, tan inexplicable que parecía no tener fin. Aunque son el uno para el otro, comparten ciertas diferencias y distintos intereses, Sofía es una joven de 24 años que estudia Medicina y esta en el noveno semestre, mientras que Samuel tiene 26 años y estudia administración de empresas. Se conocieron hace 5 años, duraron siendo “mejores amigos” 2 años, hasta que por fin entendieron que eran el uno para el otro y que el amor que sentían era algo mas que una gran amistad, al principio fue difícil para los dos acoplarse a los sentimientos de cada uno, y aunque tuvieron sus tropiezos, al final terminaron con todo obstáculo que se les presento.

Tesis y Argumentos sobre el Islam

Tesis: El Islam es una religión monoteista, esto quiere decir que creen en un solo Dios que es Alá.
Arguemnto 1: El Islam se basa en el corán, que es el libro sagrado, en él se encuentran escritas las revelaciones de Mahoma que fueron dictadas por Alá, el único Dios, por medio del ángel Gabriel.
Argumento 2: La kaaba es la casa del único Dios Alá, es el lugar sagrado y de peregrinación religiosa mas importante del Islam, los musulmanes de todo el mundo miran hacia la kaaba cuando rezan.

martes, 30 de septiembre de 2008

Comentario Película Persépolis

Pienso que es una muy buena película ya que nos muestra claramente cual es la realidad que viven las personas desde la Revolución Islámica hasta el día de hoy. Me parece que lo que busca mostrar el director es claro y preciso, además lo acopla muy bien a una historia bastante real que nos hace entender como vivían las personas durante la guerra de Irán e Irak, la persecución del gobierno y cómo las mujeres tenían que llevar un velo, según lo que muestra el director estas acciones son bastante injustas y desgarradoras, no permiten llevar una vida digna con libertad de expresión.

sábado, 23 de agosto de 2008

Orfeo



En griego Ορφέυς) es un personaje de la mitología griega, hijo de Apolo y la musa Calíope. Hereda de ellos el don de la música y la poesía. Según los relatos, cuando tocaba su lira, los hombres se reunían para oírlo y hacer descansar su alma. Por ello enamoró a la bella Eurídice y logró dormir al terrible Cerbero, cuando bajó al inframundo a intentar resucitarla.


La historia más conocida sobre Orfeo es la que se refiere a su esposa Eurídice que a veces es conocida como Agriope. Algunas versiones cuentan que mientras huía de Aristeo, u otras que mientras paseaba con Orfeo, fue mordida por una serpiente y murió. En las orillas del río Estrimón Orfeo se lamentaba amargamente por la pérdida de Eurídice. Consternado, Orfeo tocó canciones tan tristes y cantó tan lastimeramente, que todas las ninfas y dioses lloraron y le aconsejaron que descendiera al inframundo (catábasis). Camino de las profundidades del inframundo, tuvo que sortear muchos peligros, para los cuales usó su música, ablandó el corazón de los demonios, e hizo llorar a los tormentos (por primera y única vez). Llegado el momento, con su música ablandó también el corazón de Hades y Perséfone, los cuales permitieron a Eurídice retornar con él a la tierra; pero sólo bajo la condición de que debía caminar delante de ella, y que no debía mirar hacia atrás hasta que ambos hubieran alcanzado el mundo superior y los rayos de sol bañasen a Eurídice. A pesar de sus ansias, Orfeo no volvió la cabeza en todo el trayecto, incluso cuando pasaban junto a algún peligro o demonio, no se volvía para asegurarse de que Eurídice estuviera bien. Llegaron finalmente a la superficie y, por la desesperación, Orfeo volvió la cabeza para verla; pero ella todavía no había sido completamente bañada por el sol, todavía tenía un pie en el camino al inframundo: Eurídice se desvaneció en el aire, y ahora para siempre. Esta historia procede del tiempo de Virgilio, que fue el que introdujo el nombre de Aristeo. Sin embargo, otros autores también hablan de la visita de Orfeo al submundo; de acuerdo con Platón los dioses del infierno sólo le "presentaron una aparición" de Eurídice. También segun Platón, los dioses no le entregaron a su amante, porque les parecía que se mostraba cobarde, como buen citaredo, y no tuvo el arrojo de morir por amor, sino que buscóse el medio de penetrar con vida en el Hades.


De acuerdo a un resumen de la antigüedad tardía de la obra perdida de Esquilo Las Basárides, Orfeo al final de su vida desdeñó el culto a todos los dioses excepto al sol, a quien llamó Apolo. Según cuenta Ovidio en el libro X de las Metamorfosis, Orfeo, quejándose de la crueldad de los dioses, se retiró al alto Ródope y al Hemo. Una mañana temprano, ascendió el monte Pangeo (donde había un oráculo de Dioniso) para saludar a su dios al amanecer, pero fue despedazado por las ménades tracias por no honrar a su anterior patrón, Dioniso. Es significativo que su muerte sea análoga a la muerte de Dioniso, para quien, por lo tanto, ha ejercido la función de sacerdote o avatar. Según Platón, los dioses le impusieron a Orfeo el castigo de morir a manos de mujeres por no haber tenido el arrojo de morir por amor como Alcestis, hija de Pelias, que murió en lugar de su marido.
Otras versiones dicen que Orfeo regresó destrozado a su pueblo, donde los habitantes le pidieron que tocara sus hermosas melodías; Orfeo deprimido como estaba, empezó a golpear su lira con una piedra, provocando un ruido tan horrendo que todo alrededor se marchitaba; así que el pueblo lo asesinó con el fin de parar ese ruido.

Caronte




En la mitología griega, Caronte (en griego antiguo Χάρων Khárôn, ‘brillo intenso’) era el barquero del Hades, el encargado de guiar las sombras errantes de los difuntos recientes de un lado a otro del río Aqueronte si tenían un óbolo para pagar el viaje, razón por la cual en la Antigua Grecia los cadáveres se enterraban con una moneda bajo la lengua. Aquellos que no podían pagar tenían que vagar cien años por las riberas del Aqueronte, hasta que Caronte accedía a portearlos sin cobrar.
Aunque con frecuencia se dice que porteaba las almas por el río
Estigia, como sugiere Virgilio en su Eneida (libro VI, 369), según la mayoría de las fuentes incluyendo a Pausanias (x.28) y más tarde Dante (Inferno) el río que en realidad transitaba Caronte era el Aqueronte.
Caronte era el hijo de
Érebo y Nix. Se le representaba como un anciano flaco y gruñón de ropajes oscuros y con antifaz (o, en ocasiones, como un demonio alado con un martillo doble) que elegía a sus pasajeros entre la muchedumbre que se apilaba en la orilla del Aqueronte, entre aquellos que merecían un entierro adecuado y podían pagar el viaje (entre uno y tres óbolos). En Las ranas, Aristófanes muestra a Caronte escupiendo insultos sobre la gente obesa.
Era muy raro que Caronte dejara pasar a un mortal aún vivo.
Heracles, cuando descendió a los Infiernos sin haber muerto, no hubiera podido pasar de no haber empleado toda su fuerza para obligarle a cruzar el río, tanto a la ida como a la vuelta. Caronte fue encarcelado un año por haber dejado a pasar a Heracles sin haber obtenido el pago habitual exigido a los vivos: una rama de oro que proporcionaba la sibila de Cumas. Virgilio narra en la Eneida (libro VI) el descenso de Eneas a los Infiernos acompañado de dicha sacerdotisa.
Otro mortal que logró «cruzar dos veces victorioso el Aqueronte» (
Gérard de Nerval, Muchachas de fuego) es Orfeo, quien encantó a Caronte y a Cerbero para traer de vuelta al mundo a su amada muerta, Eurídice, a quien perdió definitivamente en su viaje de vuelta. Psique también logró hacer el viaje de ida y vuelta estando viva.
Homero y Hesíodo no hacen ninguna referencia al personaje. La primera mención de Caronte en la literatura griega parece ser un poema Minio, citado por Pausanias. Dicho poema atribuye a la leyenda de Caronte un origen egipcio, como confirma Diodoro Sículo. Los etruscos mencionan también a un Caronte que acompañaba a Marte a los campos de batalla.
Dante Alighieri incorporó a Caronte en la mitología cristiana en La divina comedia (libro III, línea 78). Aquí era el mismo que su equivalente griego, pagándosele un óbolo para cruzar el Aqueronte. Es el primer personaje con nombre que Dante encuentra en el infierno, apareciendo en el tercer Canto del Infierno.